El Puente romano, declarado Bien de Interés Cultural en 1982 y rehecho en la Alta Edad Media, ha tenido diversas intervenciones a lo largo del tiempo, para mantener su belleza y funcionalidad. Está construido con tres ojos de diferente factura, dos de medio punto y uno con arco apuntado y piedra de sillería con almohadillado.
Junto a él se encuentra el edificio del Priorato, una casa de planta cuadrangular. En su fachada de tres puertas hay una amplia balconada y los escudos de la orden y abadía de San Millán de la Cogolla. Probablemente fue construida en el siglo XVII y era el lugar de residencia del Prior del Monasterio.
La villa está vinculada históricamente con los monasterios de Suso y Yuso desde el siglo X. Allí se encontraron las primeras manifestaciones escritas de la lengua española, por lo que se los considera cuna de la lengua y están reconocidos como Patrimonio Mundial de la Humanidad (UNESCO) desde el año 1997 (www.monasteriodesanmillan.com).
En el año 947, Fernán González, conde de Castilla entregó a San Millán el entonces existente Monasterio de San Juan de Cihuri y su villa. En su recuerdo, la iglesia de Cihuri se denomina con el mismo nombre “San Juan Bautista”.
En palabras de Felipe Abad León: “En esta concesión de Fernán González se daba facultad de poblar, construir y ampliar dicho monasterio de San Juan y villa de Cihuri que están «junto al curso del río Tirón» (iuxta cursum Tironis). La concesión era amplísima y total, con sus tierras, viñas, huertos, los tres molinos, aguas, sotos, prados y todo lo demás, sin limitación alguna y para siempre. En ese momento era abad de San Millán, Fortunio, según aparece en el documento.
Esta concesión del conde Fernán González fue decisiva para la trayectoria histórica de Cihuri. El abad de San Millán ejercía pleno señorío sobre la villa, en el orden eclesiástico y en el orden civil. Por eso se fundó en Cihuri un Priorato a donde el abad enviaba su representante con el título de Prior, con los ayudantes que fueran precisos. Ellos regían la parroquia y administraban los bienes del monasterio bajo la jurisdicción plena del Abad.”
Por la documentación y los restos arqueológicos encontrados en la excavación, se puede afirmar que el Priorato pasó a convertirse en la Edad Media en el centro administrativo de esta zona del Oja-Tirón.